La Guardia Civil ha desarticulado dos bandas organizadas que se dedicaban a robos en ámbito rural, en una operación en la que han sido detenidos 14 personas y ha permitido esclarecer 140 actuaciones delictivas en las provincias de Ciudad Real, Albacete, Toledo y Cuenca.
Según explicó en rueda de prensa el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, la detención de estas personas, diez de las cuales se encuentran en prisión, está enmarcada dentro de las investigaciones que lleva a cabo la Guardia Civil para evitar los robos en explotaciones agrícolas y ganaderas y casas de campo.
Los detenidos son rumanos y lituanos (entre ellos una mujer), que tienen edades comprendidas entre 19 y 49 años y residían en Tomelloso, precisó Labrador.
Con su detención se han podido esclarecer 140 robos cometidos en municipios de la zona de La Mancha situados en las provincias de Ciudad Real, Toledo, Albacete y Cuenca, aunque la Guardia Civil no descarta que sean autores de más delitos.
Según explicó en rueda de prensa el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, la detención de estas personas, diez de las cuales se encuentran en prisión, está enmarcada dentro de las investigaciones que lleva a cabo la Guardia Civil para evitar los robos en explotaciones agrícolas y ganaderas y casas de campo.
Los detenidos son rumanos y lituanos (entre ellos una mujer), que tienen edades comprendidas entre 19 y 49 años y residían en Tomelloso, precisó Labrador.
Con su detención se han podido esclarecer 140 robos cometidos en municipios de la zona de La Mancha situados en las provincias de Ciudad Real, Toledo, Albacete y Cuenca, aunque la Guardia Civil no descarta que sean autores de más delitos.
Robos
Del total de robos esclarecidos, 115 fueron cometidos en municipios de la provincia de Ciudad Real: 54 en Tomelloso, 14 en Campo de Criptana, 8 en Alcázar de San Juan, 7 en Manzanares, 6 en Argamasilla de Alba, 6 en Pedro Muñoz y 6 en Daimiel.
Los restantes robos los llevaron a cabo en las localidades toledanas de Madridejos y Quero, en Ossa de Montiel (Albacete) y en Mota del Cuervo (Cuenca).
Del total de robos esclarecidos, 115 fueron cometidos en municipios de la provincia de Ciudad Real: 54 en Tomelloso, 14 en Campo de Criptana, 8 en Alcázar de San Juan, 7 en Manzanares, 6 en Argamasilla de Alba, 6 en Pedro Muñoz y 6 en Daimiel.
Los restantes robos los llevaron a cabo en las localidades toledanas de Madridejos y Quero, en Ossa de Montiel (Albacete) y en Mota del Cuervo (Cuenca).
Investigación
Esta investigación llevó a los agentes de la Guardia Civil a detectar la presencia de varios vehículos sospechosos, cuyos titulares residían en Tomelloso, y contaban con un notorio historial delictivo.
La Guardia Civil descubrió que los investigados formaban parte de dos grupos criminales independientes y perfectamente organizados.
Las pesquisas se centraron en determinar la identidad de los integrantes de estos grupos, las relaciones entre ellos y los grados de participación de cada uno de ellos en la estructura criminal de ambas bandas y su 'modus operandi'.
Esta investigación llevó a los agentes de la Guardia Civil a detectar la presencia de varios vehículos sospechosos, cuyos titulares residían en Tomelloso, y contaban con un notorio historial delictivo.
La Guardia Civil descubrió que los investigados formaban parte de dos grupos criminales independientes y perfectamente organizados.
Las pesquisas se centraron en determinar la identidad de los integrantes de estos grupos, las relaciones entre ellos y los grados de participación de cada uno de ellos en la estructura criminal de ambas bandas y su 'modus operandi'.
Tres fases de acción
Las acciones criminales actuaban en tres fases, siendo en la primera en la que procedían al reconocimiento de la zona y obtención de información.
Antes de proceder al robo, los integrantes del grupo realizan un reconocimiento exhaustivo del lugar, comprobando la existencia de alarmas y dispositivos de video-vigilancia.
En una segunda fase se iniciaba el asalto y tras el primer reconocimiento, volvían al lugar después de varios días. Uno de los integrantes del grupo se queda en las proximidades del lugar vigilando a las personas y la posible presencia policial.
Finalmente, se cometía el robo, por parte de personas con buenas condiciones físicas, en el menor tiempo posible y abandonando el lugar a la mayor brevedad.
Los detenidos sustraían principalmente cobre pero también cualquier efecto que pudiera ser vendido rápidamente, como televisores, electrodomésticos o herramientas.
Las acciones criminales actuaban en tres fases, siendo en la primera en la que procedían al reconocimiento de la zona y obtención de información.
Antes de proceder al robo, los integrantes del grupo realizan un reconocimiento exhaustivo del lugar, comprobando la existencia de alarmas y dispositivos de video-vigilancia.
En una segunda fase se iniciaba el asalto y tras el primer reconocimiento, volvían al lugar después de varios días. Uno de los integrantes del grupo se queda en las proximidades del lugar vigilando a las personas y la posible presencia policial.
Finalmente, se cometía el robo, por parte de personas con buenas condiciones físicas, en el menor tiempo posible y abandonando el lugar a la mayor brevedad.
Los detenidos sustraían principalmente cobre pero también cualquier efecto que pudiera ser vendido rápidamente, como televisores, electrodomésticos o herramientas.
Cuatro registros
Las detenciones se llevaron a cabo tras realizar cuatro registros domiciliarios en Tomelloso, en los que se han intervenido herramientas para la comisión de actos delictivos y se han recuperado numerosos efectos robados por un valor conjunto de unos 70.000 euros.
Entre los efectos recuperados hay taladros, radiales, máquinas cortacéspedes, motosierras y distintos enseres procedentes de los robos cometidos.
Las detenciones se llevaron a cabo tras realizar cuatro registros domiciliarios en Tomelloso, en los que se han intervenido herramientas para la comisión de actos delictivos y se han recuperado numerosos efectos robados por un valor conjunto de unos 70.000 euros.
Entre los efectos recuperados hay taladros, radiales, máquinas cortacéspedes, motosierras y distintos enseres procedentes de los robos cometidos.
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