«Para los acusados Juan Carlos G. P. y Martha Sofía G. M., que carecen de residencia legal en España, la pena de prisión deberá sustituirse, con arreglo a lo establecido en el artículo 89 del Código Penal, por la de expulsión del territorio nacional por tiempo de seis años». Este es el fallo de la sentencia que condena al cubano Juan Carlos y a la colombiana Martha Sofía por haber participado en un robo en la joyería Álvarez que se encuentra en la calle Gabino Muriel, junto a la Torre de Cáceres. Hay un tercer condenado, el peruano Adam L. de la B. que está legalmente en España, y por lo tanto no ha sido expulsado, sino que ha sido condenado a un año de prisión.
En realidad los tres han sido condenados a un año de prisión, pero al estar dos de los delincuentes ilegalmente en este país, son expulsados sin poder regresar a España antes de transcurridos seis años.
Según consta en la sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de Cáceres, el 27 de noviembre de 2009, entraron en la joyería Martha y Juan Carlos, cada uno acompañado de una mujer que están en paradero desconocido. Hicieron como que no se conocían, y mientras una pareja distraía a la propietaria, la otra entró en la trastienda, apoderándose de cinco mantas con joyas de plata y oro que estaban en la caja fuerte.
Una vez que tenían el botín las mujeres dijeron que no podían esperar más ya que debían recoger a sus hijos del colegio. La pareja que se quedó se marchó con el compromiso de que volverían enseguida con el dinero para comprar un reloj.
Los cuatro ladrones entraron en el coche que conducía Adam L. de la B. e intentaron huir, pero fueron interceptados por la Policía en las inmediaciones de esta ciudad. Martha llevaba ocultas en el sujetador dos bolsas, en cuyo interior había: 97 cadenas de oro, una pulsera de oro y plata, 10 colgantes de plata, 6 pulseras de plata y un colgante también de plata. Las joyas sustraídas estaban valoradas en 58.600 euros.
El cubano Juan Carlos G. P. tenía vigente una orden de expulsión de la delegación del Gobierno de Oviedo desde junio de 2004; mientras que la colombiana Martha fue condenada, entre otras por una sentencia de 2002 del Juzgado de la Penal número 26 de Madrid, por un delito de hurto.
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